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Cómo el calor extremo está redefiniendo el verano para jóvenes y deportistas » Yale Climate Connections

En agosto de 2023, Iván Reyna, de 15 años, jugaba fútbol en una cancha de South Miami Park a las 6 de la tarde como de costumbre. Él percibía que la temperatura superaba los 100° Fahrenheit (37.8° Celsius). De repente se sintió mareado, con náuseas y ganas de vomitar y finalmente vomitó. “Me asusté mucho, también mi coach”, comentó Reyna. “El calor era insoportable”, agregó.

El verano siempre ha sido el momento para salir a jugar al aire libre, practicar deportes y “disfrutar del clima”, sin embargo, las altas temperaturas registradas en los últimos años han hecho que esta realidad sea cada vez más difícil de alcanzar.

Por suerte, no tuvo que ir al hospital. Tomaba mucho líquido incluyendo bebidas deportivas que tienen electrolitos. “Tenía miedo de comer porque pensé que podía vomitar otra vez, me dolía la cabeza, pero después de hidratarme bien y reposar me sentí mejor, pero ya no quiero exponerme así en el verano”, relató Reyna.

Hace más calor en todas partes

Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, NOAA, las temperaturas en julio de 2024 superaron el promedio, alcanzando niveles récord en gran parte del oeste y este de los Estados Unidos continentales. California y New Hampshire tuvieron el julio más cálido registrado, y 19 estados adicionales experimentaron uno de los 10 julios más calurosos de su historia.

Una ola de calor a principios de julio trajo temperaturas sin precedentes a varias regiones del oeste. Death Valley alcanzó los 125 grados Fahrenheit (51.7 Celsius) o más durante nueve días consecutivos a principios de julio. Las Vegas superó su récord histórico de calor con 120 °F (48.9 °C).

A nivel global, el planeta tuvo su día más caluroso en al menos ocho décadas de registros el 21 de julio, y luego rompió el récord nuevamente el 22 de julio, según el Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea.

Un verano peligroso para Miami

El calor extremo en Miami se adelantó al verano, obligando al Servicio Meteorológico Nacional a emitir una advertencia en mayo. Para Lucas Praça, un joven de 15 años que juega en el equipo de fútbol de los Breakers FC de Miami, estas temperaturas han transformado el fútbol en un desafío. “Es difícil jugar bajo estas condiciones. Lo hago porque me gusta mucho, pero he entrenado un poco menos este verano”, explicó Praça.

Según Climate Central, una organización de noticias sin fines de lucro, el estado de Florida ahora experimenta 8.8 días más de calor extremo debido al cambio climático que en 1970.

Andrés Miranda, un entrenador de fútbol de Miami, destaca que el calor juega un papel crucial en la planificación de los campamentos de verano para niños. “En nuestros campamentos, limitamos a los niños a estar fuera por un máximo de una hora y media por sesión, seguida de un descanso fuera del sol, preferiblemente en aire acondicionado. Eso es un lujo que no todos tienen. Hoy en día, el calor extremo es el factor más importante en nuestros preparativos”. Miranda también subraya que las altas temperaturas pueden incrementar las lesiones deportivas. “Cuando un atleta se ejercita constantemente en el calor extremo y no se recupera adecuadamente, las probabilidades de lesiones son altísimas”.

Los deportistas profesionales también están sufriendo por el calor

Cuando Argentina enfrentó a Canadá en el partido inaugural de la Copa América 2024 en Atlanta, EE. UU. estaba en medio de una ola de calor que afectó a más de 77 millones de personas. La Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) emitió por primera vez en su historia un conjunto de directrices para abordar el golpe de calor en el fútbol. Con este anuncio, se une a organizaciones deportivas como FIFA y la Premier League inglesa en la implementación de medidas preventivas frente a eventos de calor extremo.

Ronald Araujo, jugador de la selección de Uruguay y del FC Barcelona, tuvo que ser sustituido en la victoria de Uruguay ante Panamá en el Hard Rock Stadium de Miami por deshidratación a causa del calor. “La verdad es que todavía me siento un poco mareado ahora”, dijo el central del Barcelona durante una entrevista después del partido. “Mi presión (sanguínea) bajó. Cuando terminó el primer tiempo, estaba un poco mareado y cuando llegué al vestuario, mi presión bajó. El médico dijo que era un poco de deshidratación y no pude continuar en la segunda mitad”.

No sólo los jugadores se ven afectados

El árbitro asistente Humberto Panjoj logró llegar al tiempo de compensación de la primera mitad del partido de la Copa América entre Canadá y Perú antes de desmayarse.

La temperatura máxima ese día en Kansas City fue de 93 grados Fahrenheit (34 °C), pero con un nivel de humedad del 53%, se sentía como 103 grados. Panjoj fue ingresado en el hospital y fue dado de alta un día después, los funcionarios de la CONMEBOL citaron deshidratación como la causa del desvanecimiento del referí.

Los Juegos Olímpicos de 2024 no fueron una excepción

Los Juegos Olímpicos de París reunieron a atletas de todo el mundo para competir contra los mejores del planeta. Pero también compitieron contra otro rival cada vez más visible: el cambio climático. Desde la última vez que París fue sede de los Juegos Olímpicos hace 100 años, la ciudad ha experimentado un aumento de 3.1 °C durante el período olímpico de julio-agosto.

¿Cómo puede mejorar la situación para los atletas?

Sergio Levinsky, periodista y sociólogo, autor de los libros: El negocio del fútbol y El deporte de informar y quien realizó la cobertura de la Copa América en varios estados del país, considera que están maltratando a los jugadores. “La maquinaría del sistema necesita producir, entonces los jugadores son como una especie de máquina que tiene que estar a disposición en todo momento. Cada vez se le agregan más partidos a los calendarios y la meta es que el jugador bajo cualquier circunstancia, incluido calor extremo, tiene que rendir al más alto nivel”.

Levinsky considera que los futbolistas deben exigir sus derechos. “Los jugadores son seres humanos que deben descansar. La Copa América y el Mundial se juegan luego de una extenuante temporada y además en temperaturas terribles que arriesgan la salud de los jugadores, sus carreras y su futuro. Ellos deberían poner los límites, ellos son los protagonistas y deben exigir mejores condiciones”.

El periodista argentino no ve una solución sencilla, “lo que se debería hacer es respetar las tres semanas de descanso al año y que estas coincidan con el verano y así se evite jugar en el calor extremo”, finaliza Levinsky.

El cambio climático está transformando el mundo de los deportes

Equipos deportivos como los New York Yankees están liderando el camino al abordar los desafíos del calor extremo. El equipo contrató a Allen Hershkowitz como su asesor en ciencias ambientales y sostenibilidad, él es el primer científico ambiental contratado por un equipo profesional. Los Yankees también se convirtieron en el primer equipo profesional de EE. UU. en firmar un compromiso con las Naciones Unidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

“Hay una urgencia porque, adivina qué, los niños no van a poder jugar béisbol al aire libre, y las personas no van a poder jugar tenis al aire libre. Algo tiene que cambiar”, declaró Hershkowitz a NPR.

Este enfoque de los Yankees resuena con las preocupaciones más amplias que Madeleine Orr explora en su libro Warming Up: How Climate Change is Changing Sport. Orr detalla cómo el cambio climático está impactando el deporte en formas sorprendentes, desde la reprogramación de eventos para evitar el calor extremo hasta la adaptación de la ropa deportiva para controlar la temperatura corporal.

Al igual que los Yankees, Orr destaca la necesidad urgente de adoptar cambios significativos y fomentar prácticas sostenibles en todos los niveles del deporte para enfrentar estos desafíos ambientales.

“Definitivamente, tienen que buscar soluciones, no podemos jugar en este calor matador. Hacer uso de la tecnología, quizás utilizar grandes ventiladores, cambiar los horarios, pero es complicado porque somos estudiantes de High School y tampoco podemos jugar tarde en la noche”, dijo Reyna, “Mi mamá se enoja porque a veces prefiero jugar videojuegos a jugar al aire libre, pero es peligroso estar afuera con este calor”.

Praça, el joven que juega para el equipo Breakers FC en Miami, no quiere que cambien las reglas del juego, pero sabe que no se puede jugar cuando hace calor. “Ojalá los veranos fueran más frescos y pudiéramos jugar más tranquilos, pero lo veo cada vez más difícil”, comentó el joven de 15 años.




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