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Efectos de Ernesto en la agricultura puertorriqueña » Yale Climate Connections

En el Portafolio de Plenas de Rafael Tufiño (1954) se incluye la tradicional y conocida composición de música puertorriqueña Temporal. Una de sus líneas en la versión de Tony Croatto canta, “en los ojos duele el verde, la cosecha que se pierde…”. Así muchos nos hemos sentido al ver las imágenes de la producción de nuestros agricultores y agricultoras en el suelo, a causa de los vientos y lluvias que dejó la tormenta tropical Ernesto, ya huracán, en su paso por el este de Puerto Rico.

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“Tener que ver el trabajo de años en el piso es algo que revuelve todos tus sentidos. Además, monetariamente, se invierte muchísimo. A mí se me quita hasta el hambre, es un duelo,” me comentó Marisita López Cortés, agricultora del pueblo montañoso de Villalba, al sur de la isla Grande del archipiélago de Puerto Rico. Esas palabras hacen eco de personas de la región que vieron sus cosechas en el suelo, personas en cuyos ojos dolía el verde. Y gran parte de ese verde fue de cultivos de plátano y guineo.

Lluvias intensas seguidas de deslizamientos de tierra

Según la organización sin fines de lucro, Climate Central, la temperatura oceánica promedio en el camino de Ernesto hacia Puerto Rico fue 0.8° C más alta que la normal y entre 80 y 100 veces más probable debido al cambio climático. Sabemos que temperaturas más altas crean tormentas más fuertes.

Tres fotos de arboles dañados por la Tormenta Tropical Ernesto. Tres fotos de arboles dañados por la Tormenta Tropical Ernesto.
Daños en la Finca Hacienda López Cortés, Villalba, Puerto Rico. (Crédito de imagen: Marisita López Cortés)

A pesar del daño, las imágenes demuestran que esos son cultivos que nos hacen saber en Puerto Rico de que somos capaces de sustentarnos. No se puede minimizar. El último censo destacó el aumento en la producción de ambos. Aunque aún no hay datos oficiales de pérdidas, los daños se estiman millonarios. Informes, fotos y reportajes de distintos municipios, desde Santa Isabel en el sur hasta Maunabo en el este, en Barranquitas en la montaña, entre otros, se ven fincas abarrotadas por las ráfagas de la quinta tormenta de la temporada. “Se perdió la mitad de los plátanos. ¡Cayeron ocho pulgadas! No tenemos paso para la finca, los derrumbes reinaron”, me dijo López Cortés.

Una imagen del archipiélago de Puerto Rico. Una imagen del archipiélago de Puerto Rico.
Estimaciones de lluvia según el Servicio Meteorológico Nacional.

Según el Servicio Nacional de Meteorología, el área montañosa de Puerto Rico registró alrededor de 10 pulgadas (25.4 centímetros) de lluvias y ráfagas de vientos hasta 86 mph (138 kph). López Cortés tenía su siembra intercalada: plátanos, café y otros árboles. Eso ayudó a que gran parte de sus siembras y árboles de café en producción resistieron la ventolera. Pero, aunque aguantaron los vientos, como ella dijo, los derrumbes reinaron. El Dr. K. Stephen Hughes, quien dirige la Oficina de Mitigación de Deslizamientos de Puerto Rico, adscrita a la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez, comentó que estima que hubo alrededor de un centenar de deslizamientos.

Gran por ciento de Puerto Rico es susceptible a deslizamientos y gran parte de la producción agrícola se da en esas zonas. “Casi todos los [deslizamientos] que he visto son fallas de suelo poco profundo y por regolito poco profundo. Poco profundas no significa que sean menos importantes. Siguen bloqueando carreteras, incomunicando a distintas comunidades”, comentó Hughes a través de un correo electrónico. Cabe destacar que la vulnerabilidad ante deslizamientos es un estresor para personas de esa área y particularmente para agricultores, quienes ven sus tierras afectadas por ello.

El trabajo de recuperación será arduo. La agricultora Stephanie Rodríguez, conversaba sobre eso con un agricultor en Ciales, en un video que subió a su página de Facebook, quien le hablaba sobre la pérdida total de su predio. Enfatizaron en que los eventos extremos siguen en aumento, entre sequías y lluvias torrenciales.

Una imagen de la isla principal de Puerto Rico.Una imagen de la isla principal de Puerto Rico.
Las poblaciones susceptibles a deslizamientos en Puerto Rico, (Crédito de imagen: Estudio “Assessing Social Vulnerability to Landslides in Rural Puerto Rico (West et al., 2022)

Ello complica la planificación en la finca. Parte de esa planificación de muchas personas incluye asegurar los cultivos, a través de la Corporación de Seguros Agrícolas del Departamento de Agricultura de Puerto Rico. Sin embargo, estos seguros sólo cubren plátanos, entre otros cultivos, cuando el evento es catalogado como un huracán. Es decir, no incluye tormentas. “Le estamos pidiendo a los agricultores que rindan sus informes de pérdida … porque estamos diseñando un programa para darles compensación [por las pérdidas]”, dijo el Secretario González Beiró en una entrevista para Telemundo publicada el 15 de agosto.

Una opción que tiene el agro es el Programa de Asistencia por Desastre para Cultivos No Asegurados, administrado por la Agencia de Servicios Agrícolas del Departamento de Agricultura Federal. Además de otras opciones estatales y federales. López Cortés comentó que ya se comunicó con proveedores de servicios para trabajar las solicitudes a esos programas. Pero, cabe destacar que muchas personas no tienen los recursos técnicos o administrativos para participar de esos programas.

Una foto de una mujer de pie en una montaña.Una foto de una mujer de pie en una montaña.
Marisita López Cortés con su pluviómetro en su finca.

Luego del paso del Huracán María notamos que la burocracia y el lento restablecimiento de la infraestructura local impide una recuperación eficiente en las fincas. Sin embargo, diversos grupos y organizaciones de base, incluyendo las mismas agencias gubernamentales, han establecido programas que ayudan a las personas a solicitar estos programas.

¿Cómo se verían programas de salvaguarda agrícola y pesquera que estén atemperados a la realidad climática que experimentamos? ¿Cuánto pudiera ayudar que existieran servicios y programas accesibles para la planificación y mitigación de riesgos en esos sectores tan importantes para nuestra seguridad alimentaria? Recordemos que no todo debe recaer en las manos del agro local.

Ernesto es el primer huracán de este tiempo pico de la temporada de huracanes. Cabe cantar otra línea de la plena que abrió esta columna: “¿Qué será de Puerto Rico cuando llegue el temporal?”. Mientras, como le dijo el agricultor a Rodríguez: “seguiremos sembrando”. Sentencia que sé que Marisita López Cortés y miles de personas del sector agrícola puertorriqueño a través de nuestras islas apoyan y materializan. Debemos apoyarles.

El Dr. Luis Alexis Rodríguez Cruz es científico social y escritor, de Juana Díaz, Puerto Rico. Escribe sobre sistemas agroalimentarios, ciencia y política pública. Todos los domingos publica La Fiambrera, su newsletter.




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